En derecho penal, se pueden dar situaciones complejas en las que tienen que aplicarse reglas especiales a la hora de determinar las penas a imponer.

Atendiendo a ello, surgen dos conceptos: el concurso de delitos y el delito continuado. Ambos tienen en común que el autor de los hechos no comete un único acto constitutivo de delito, sino varios, y que existe una conexión entre ellos, pero habiendo importantes diferencias que vamos a explicar en este post.

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¿Cuál es la principal diferencia entre el concurso de delitos y el delito continuado?

La diferencia más importante entre el concurso de delitos y el delito continuado es que en el caso del concurso de delitos, se llevan a cabo distintos actos con los que se entienden cometidos varios delitos (de ahí que se hable de concurso), y cuando se trata de un delito continuado, se considera que se ha cometido un único delito, aun habiéndose realizado varios actos delictivos también en este caso.

Debemos tener en cuenta que en todos los supuestos, cuando hablamos de actos, podemos referirnos tanto a acciones como a omisiones.

Sin embargo, es muy complicado entender esto y ahondar en otras diferencias sin saber cuándo hay concurso de delitos y cuándo delito continuado, por lo cual, vamos a explicarlo a continuación.

¿En qué consiste el concurso de delitos?

En este caso podemos diferenciar entre concurso ideal, concurso real o concurso medial de delitos.  Así, se produce un concurso de delitos en los siguientes supuestos:

Concurso ideal de delitos

Es aquel concurso en el que un mismo acto supone la comisión de varios delitos.Â

Ejemplo: un conductor es requerido por la Guardia Civil para que se pare a un lado del arcén. En lugar de obedecer la orden, decide huir a más de 200 kilómetros por hora y, con ello, arrolla a un ciclista, hiriéndolo gravemente. Con su huida, habría provocado un concurso ideal de tres delitos: desobediencia, conducción temeraria y lesiones imprudentes.

Concurso real de delitos

Sucede cuando se cometen diversos actos conectados que constituyen varios delitos independientes.Â

Si con los distintos actos se comete varias veces un mismo delito o delitos de similar naturaleza, se trata de un concurso real homogéneo, y si dan lugar a distintos delitos, sería un concurso real heterogéneo.

Ejemplo de concurso real homogéneo: en un partido de béisbol, se produce una discusión y uno de los jugadores acaba golpeando fuertemente con el bate a otros jugadores, provocándoles distintas lesiones.

Ejemplo de concurso real heterogéneo: una persona entra a una joyería para atracarla, lesiona al vendedor, se lleva todas las joyas que puede y a la salida, amenaza con una pistola a un conductor para llevarse su coche, el cual abandona después. Habría un concurso real entre un delito de robo, uno de lesiones y uno de robo de uso de vehículo.

Concurso medial

Se da cuando se comete un delito como medio para cometer otro.

Ejemplo: una persona quiere matar al dueño de una tienda, para lo cual, espera a que el negocio esté cerrado y se quede solo dentro. Entra en el local silenciosamente y lo apuñala por la espalda. Al haber entrado fuera del horario comercial, estaría cometiendo un delito de allanamiento de establecimiento público, para facilitarse el posterior delito de asesinato.

¿Qué es un delito continuado?

Caso distinto a los anteriores es el delito continuado, si bien podría confundirse con el concurso de delitos, y en especial con el concurso real de delitos.

En el delito continuado, el autor de los hechos, para llevar a cabo un plan preconcebido o aprovechando idéntica ocasión, lleva a cabo varios actos constitutivos de un mismo delito o de delitos de naturaleza similar, contra un mismo sujeto o varios sujetos.

Un elemento clave en el delito continuado es el requisito del dolo unitario, que significa que tiene que haber un único propósito detrás de todos los actos delictivos cometidos, por lo que no puede haber delito continuado en los delitos cometidos por imprudencia.

Ejemplo: una persona, aprovechándose de la convivencia, comete diversos actos de agresión sexual contra un familiar a lo largo del tiempo.

Otro ejemplo: un dependiente de una tienda aprovecha la confianza depositada en él y la falta de vigilancia en el establecimiento para cometer una serie de hurtos en distintas ocasiones.

Otras diferencias entre el concurso de delitos y el delito continuado

Como hemos visto, en el concurso de delitos se entiende cometida una pluralidad de infracciones penales, siendo por ello, precisamente, que se considera un concurso, mientras que en el delito continuado se entiende que se ha cometido un solo delito.

De ello se deriva otra importante diferencia entre el concurso de delitos y el delito continuado: la aplicación de la pena.

Así, en el caso del delito continuado, el legislador ha optado por sancionar al autor de los hechos con la pena señalada para la infracción más grave en su mitad superior, pudiendo llegar hasta la mitad inferior de la pena superior en grado.

En el caso de los diversos concursos de delitos, las reglas son las siguientes:

  • Concurso real: se acumulan las penas, con los límites previstos.
  • Concurso ideal: se aplica la absorción agravada, lo que quiere decir que corresponde la pena prevista para la infracción más grave en su mitad superior, si bien la pena superior aplicable no podrá ser más alta que las penas específicas que hubieran conllevado cada uno de los delitos por separado.
  • Concurso medial: resulta de aplicación la regla de la exasperación, lo que significa que la pena tiene que ser superior a la que correspondería a la infracción más grave cometida, aunque la pena superior aplicable no puede superar las penas concretas que habrían correspondido a las penas por separado de cada delito.

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En derecho penal, se pueden dar situaciones complejas en las que tienen que aplicarse reglas especiales a la hora de determinar las penas a imponer. Atendiendo a ello, surgen dos conceptos: el concurso de delitos y el delito continuado. Ambos tienen en común que el autor de los hechos no comete un único acto constitutivo de delito, sino varios, y